lunes, 11 de marzo de 2013

En tu frente descansa el color de las amapolas, de Pablo Neruda


En tu frente descansa el color de las amapolas,

el luto de las viudas halla eco, oh apiadada:

cuando corres detrás de los ferrocarriles, en los campos,

el delgado labrador te da la espalda,

de tus pisadas brotan temblando los dulces sapos.



El joven sin recuerdos te saluda, te pregunta por su olvidada voluntad,

las manos de él se mueven en tu atmósfera como pájaros,

y la húmedad es grande a su alrededor:

cruzando sus pensamientos incompletos,

queriendo alcanzar algo, oh, buscándote,

le palpitan los ojos pálidos en tu red

como instrumentos perdidos que brillan de súbito.



O recuerdo el día perdido de la sed,

la sombra apretada contra los jazmines,

el cuerpo profundo en que te recogías

como una gota temblando también.



Pero acallas los grandes árboles, y encima de la luna, sobrelejos,

vigilas el mar como un ladrón.

Oh noche, mi alma sobrecogida te pregunta

desesperadamente a ti por el metal que necesita.

1 comentario:

  1. Tenho dificuldades com a língua, mas gosto da poesia de Neruda.
    Vou te visitar sempre. Abraço

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