jueves, 28 de febrero de 2013

Soneto XXII de Pablo Neruda


Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, 
sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, 
en regiones contrarias, en un mediodía quemante: 
eras sólo el aroma de los cereales que amo. 

Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa 
en Angola, a la luz de la luna de Junio, 
o eras tú la cintura de aquella guitarra 
que toqué en las tinieblas y sonó como el mar desmedido. 

Te amé sin que yo lo supiera, y busqué tu memoria. 
En las casas vacías entré con linterna a robar tu retrato. 
Pero yo ya sabía cómo era. De pronto 

mientras ibas conmigo te toqué y se detuvo mi vida: 
frente a mis ojos estabas, reinándome, y reinas. 
Como hoguera en los bosques el fuego es tu reino.

2 comentarios:

  1. Boa noite Pablo

    Vim aqui matar minha curiosidade: Quem é Pablo Neruda? Pois vejo suas poesias em vários blogs.
    Realmente....
    Lua Singular

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  2. Gracias por la visita. Adoro tu blog. Te enlazo en el mío.

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